Organizando el viaje

La historia de este viaje comienza en Mayo de 2010 justo cuando finalizamos nuestra primera visita a Nepal. En ese momento empezó a gestarse esta nueva aventura, nos quedamos con tantas ganas de más que hemos tenido que regresar.
Este sin duda ha sido el viaje que más tiempo nos ha llevado organizar, ya que además de visitar Nepal, visitaremos una zona tan conflictiva como Tibet, país para unos región autónoma para otros, para nosotros simplemente Tibet.

Así comienza nuestro próximo destino : Nepal - Tibet.

Nepal nació a partir de una flor de loto mágica en el lago que ocupaba el valle de Kathmandu. Hoy, Nepal recuerda a tierra de meditación y armonía, donde lo espiritual sobrepasa los conflictos políticos, con una cultura y un arte extraordinarios. Hasta mayo de 2011, que ha sido declarado estado secular, era el único reino hindú del mundo.

El reino de Nepal, situado a lo largo de las más altas cumbres del Himalaya, se dibuja como una tierra de paisajes sublimes, templos desgastados y algunas de las mejores rutas para practicar el trekking. En contraste con su pobreza, Nepal disfruta  de una gran riqueza paisajística y tesoros culturales. Desde tiempos inmemoriales, este territorio ha estimulado la imaginación de Occidente, y a los turistas que lo visitan les resulta un lugar difícil de olvidar. Muchos viajeros como nosotros dos, seducidos por los encantos de Nepal regresan, consientes de su amplia complejidad natural y cultural, y provistos de un buen par de botas de montaña para fortalecer las piernas, este año toca el Campo Base del Everest como auténticos alpinistas.

Pero en esta ocasión no nos detendremos aquí, y visitaremos Tibet. El propio nombre del Tibet evoca sentimientos de enigma y misterio en las remotas y aisladas cordilleras himalayas. Una tierra de antigua cultura budista, artísticos monasterios y senderos de caravanas centenarios. Tibet, el país de las nieves, el techo del mundo, seguramente se tratará de uno de los destinos más sorprendentes de Asia. Tibet es un destino fuera de lo normal, o al menos para nosotros, más habituados a países europeos, llenos de cemento y asfalto. Es un lugar donde la inmensidad del paisaje probablemente deparará al visitante más de un momento de sorprendente paz espiritual, algo muy importante en estos tiempos de prisas y estrés.

Aunque pueda parecer extraño pocos países están tan preparados para el turismo independiente como Nepal. Al llegar al aeropuerto es posible conseguir un visado, un permiso de trekking y subir el himalaya en cuestión de pocos días. Sin embargo conviene llevar preparado el viaje antes de llegar, en previsión de los retrasos, cancelaciones y demás obstáculos inesperados que se dan a diario al viajar a estos dos países.

Documento en Castellano.
la mejor manera de llegar hasta Nepal es sin duda el avión. Son muchas las compañías que operan entre España y Nepal, pero se debe tener en cuenta que todas tienen que hacer alguna escala, Emiratos Árabes, India, son algunas de las posibilidades. En nuestro caso hemos elegido hacer escala en Delhi. En esta ocasión las compañías con las que volaremos serán Iberia, para realizar la primera parte del trayecto, Madrid - Milán, y posteriormente viajaremos con Jet Airways para el trayecto Milán - Delhi - Kathmandu. En esta ocasión hemos usado el buscador de vuelos Rumbo para planificar los vuelos, ya que fue donde mejores ofertas existían.

Para poder acceder a Nepal, cualquier extranjero con salvedad de los indios necesitamos visado, este lo puedes solicitar en la embajada Nepalí en Madrid o en el consulado en Barcelona, aunque también existe la posibilidad de adquirirlo en el aeropuerto de Kathmandu a la llegada. Nosotros será esta la opción por la que nos decantemos. Ya lo hicimos así en nuestro anterior viaje y lo volveremos a repetir. Existen tres tipos de visados con tres precios diferentes, nosotros necesitaremos uno de multientrada de 30 días, ya que abandonaremos el país para visitar Tibet y posteriormente volveremos a Kathmandu, este visado cuesta alrededor de 40 dolares.

Una vez en Kathmandú solicitaremos el visado Chino y el permiso especial para visitar Tibet. Este visado por alguna rara razón no se puede conseguir en España y lo debes hacer desde Nepal si esta es tu puerta de entrada a China. No sé que nos deparará el futuro, pero este tema es el que más me preocupa de todo el viaje.

Para desplazarnos por Nepal y Tibet y no perdernos usaremos los siguientes mapas: un mapa de la zona del Tibet, otro sobre el trekking al Campo Base del Everest y un tercero de las carreteras de Nepal, siempre es interesante saber donde estas en cada momento del viaje. Muchas no son las alternativas para desplazarse por Nepal, o usas autobús de línea regula, autobús turístico o pagas a alguien para que te haga de chófer, aunque esto último puede ser algo más arriesgado. Nosotros, gracias a contactos de nuestro viaje anterior esto último será lo que utilicemos, nuestro conductor y amigo sera Sandeep Aryal.

Teniendo en cuenta que la sanidad en los países que vamos a visitar no es que destaque hemos decidido hacernos un seguro particular. Esta ya es una vieja costumbre nuestra, y cada vez que salimos de viaje, contratamos un seguro particular adaptado a la actividad que vamos a realizar. En este caso hemos contratado un seguro de aventura, bastante concreto, para evitar imprevistos de última hora. La compañía con la que lo hemos contratado es intermundial expecializada en este tipo de seguros. Nosotros contratamos este seguro por precaución, pero también es muy probable que a la hora de solicitar el permiso para realizar el trekking al Campo Base del Everest te requieran tener un seguro que incluya el rescate para concedértelo.

Todo lo relacionado con los temas logísticos y de conseguirnos los permisos necesarios, los hemos dejado en Manos de Shishir Dhakal, un nepalí que conocimos en nuestro viaje anterior y que se dedica a organizar todo tipo de viajes. En nuestra visita anterior a Nepal el se encargo de este tipo de trámites y la experiencia fue muy buena, en esta ocasión volvemos a repetir.

Y como siempre decimos, algo que es casi tan importante como los billetes de avión es una buena guía de viajes. En el mercado no encontraras demasiadas sobre Nepal, y posiblemente menos sobre Tibet, pero si buscas bien en las librerías especializadas en viajes puedes encontrar guías interesantes. Nosotros en esta ocasión llevaremos la guía de Lonely planet sobre Nepal y de la misma editorial sobre Tibet. Aunque es posible encontrar más, estas son las que mejor se adaptaban a nuestro viaje.


Material necesario para el trekking.



  1. Botas de montaña ligeras (Gore tex o similar)
  2. Chaqueta impermeable (Gore tex o similar)
  3. Pantalón impermeable (Gore tex o similar)
  4. Camisetas térmicas (2-3)
  5. Forro polar windstoped
  6. Pantalón de montaña (2)
  7. Chaleco windstoped
  8. Sudadera Polartec
  9. Pijama Polartec
  10. Buff
  11. Cantimplora
  12. Pastillas potabilizadoras de agua (90 - 100 litros)
  13. Gafas de sol
  14. Crema protectora solar y barra para labios
  15. Gorro 
  16. Guantes 
  17. Gorra para sol
  18. Frontal y pilas de repuesto
  19. Saco de dormir (-15º / -25º)
  20. Mochila personal para llevar lo imprescindible para el día (25 - 35 litros)
  21. Bastones
  22. Neceser higiene personal
  23. Chancletas baño, tipo hawaianas
  24. Toalla fibra secado rápido
  25. Calcetines trekking (4 - 5 pares)
  26. Ropa interior (4-5 unid)
  27. Botiquín


Un poco de historia de Nepal


Es conocida la llegada de los kiratis procedentes del Este entre los siglos VII y VIII a.C., si bien se carece de información suficiente sobre este pueblo, a excepción de su habilidad para la ganadería ovina y su afición por los cuchillos largos. Durante este período, apareció en el territorio el budismo; se afirma que Buda y su discípulo Ananda visitaron el valle de Katmandú y pasaron algún tiempo en Patan. Hacia el año 200 d.C., esta creencia había decaído y fue sustituida por el hinduismo, introducido por los licchavis, que invadieron el territorio desde el norte de India y derrocaron al último rey kirati. Los hindúes aportaron igualmente el sistema de castas, vigente en la actualidad, y evolucionaron hacia una era clásica de arte y cultura nepaleses.
En el año 879, la dinastía licchavi había desaparecido y sido reemplazada por la thakuri. Sobrevino entonces un difícil período de inestabilidad e invasiones, conocido como la Época Oscura. La situación estratégica del valle de Katmandú aseguró la supervivencia y el crecimiento del reino. En el siglo XIII, el rey thakuri Arideva fundó la dinastía Malla, iniciándose un nuevo período de renacimiento de la cultura nepalesa. Pese a los terremotos, invasiones y luchas entre las ciudades-Estado independientes de Katmandú, Patan y Bhaktapur, fue una era de gran prosperidad y, durante el reinado del rey malla Yaksha, en el siglo XV, alcanzó su máximo esplendor.
Los gobernantes de la casta militar de los gurkha, sitos en el extremo oriental del país, habían codiciado la fortuna de los mallas. Bajo el liderazgo de Prithvi Narayan Shah, la región se lanzó a la conquista del valle. En 1768, tras 27 años de lucha, consiguieron la victoria y trasladaron su capital a Katmandú. Desde el nuevo centro neurálgico, el poder del reino se expandió, apoyado por un ejército al parecer invencible, hasta que, en 1792, su avance se vio interrumpido por una breve aunque escarmentada guerra contra el Tíbet.


El clima hostil reapareció en 1814 debido a una disputa de territorios con Gran Bretaña. Los nepaleses fueron derrotados y se vieron obligados a firmar el Tratado de Segowlie (actual Sagauli) en 1816, que imponía la entrega del territorio de Sikkim y de la mayor parte de Terai (una porción de la franja himalaya de Terai fue finalmente devuelto en agradecimiento por la ayuda nepalesa durante el motín indio de 1857). El tratado fijaba las actuales fronteras orientales y occidentales del país, pero igualmente establecía un nuevo ministro residente británico en Nepal.


La dinastía Shah se mantuvo en el poder hasta la matanza de Kot, en 1846. Aprovechando las intrigas y asesinatos que había sufrido la familia en el poder, Yung Bahadur Rana se hizo con el control del país al acabar con la vida de centenares de hombres influyentes que se encontraban reunidos en la plaza de Kot. Bahadur adoptó el título más prestigioso de Rana y se proclamó primer ministro vitalicio, cargo que más tarde convirtió en hereditario. Durante el siglo siguiente, los Rana y su descendencia habitaron en lujosos palacios en Katmandú, mientras el resto de la población sobrevivía en condiciones medievales.
Wikipedia
Hasta 1923 Gran Bretaña no reconoció la plena independencia de Nepal. Tras la II Guerra Mundial, el obsoleto régimen de los Rana llegó a su fin. En 1948, los británicos se retiraron de India, y con ellos también su apoyo a los Rana. Paralelamente acontecieron movimientos de insurrección destinados a remodelar la política del país. Las calles se convirtieron en el escenario de luchas esporádicas y, a instancias de India, los Rana (muy a su pesar) cedieron a la negociación. En 1951, el rey Tribhuvana Bir Bikram fue ungido máximo dirigente, y formó un gobierno compuesto por Rana y miembros del reciente Partido Nepalés del Congreso.


El compromiso político se vio truncado de inmediato. Tras coquetear con las elecciones democráticas, cuyos resultados no contentaron a nadie, el rey Mahendra, hijo y sucesor de Tribhuvana, estableció el sistema sin partidospanchaayat. El monarca elegía al primer ministro y al gabinete de gobierno, así como a gran número de los miembros de la Asamblea Nacional, que aprobaban obedientemente sus decisiones políticas. El poder, como era de esperar, recaía en una sola persona: el rey.

El favoritismo, la corrupción y el desvío de la ayuda extranjera hacia las arcas reales se mantuvo hasta 1989. Las dificultades y el embargo comercial impuesto por India obligaron al pueblo nepalés a levantarse en una protesta popular conocida como Jana Andolan o Movimiento del Pueblo. Los meses siguientes estuvieron marcados por detenciones, torturas y violentos enfrentamientos que dejaron tras de sí cientos de víctimas. El rey Birendra Bir Bikram, en el poder desde 1972, disolvió su gabinete, legalizó los partidos políticos e invitó a la oposición a formar un gobierno interino. De esta forma finalizaba el sistemapanchaayat.
La transición hacia la democracia se vivió de forma pacífica y pausada, y en las elecciones de mayo de 1991 el Partido Nepalés del Congreso y el Partido Comunista de Nepal se repartieron la mayoría de los votos.
Nepal está sufriendo en carne propia las dificultades que surgen a la hora de implantar un sistema democrático operativo, en especial si es la primera vez que el país adopta este régimen político. La situación se ha visto exacerbada por su débil economía, su elevada tasa de desempleo y de analfabetismo, así como por la división de su población, tanto por motivos religiosos como étnicos.
El fracturado panorama político del país se vio agravado por la masacre de gran parte de la familia real, - el monarca Birendra incluido - a manos del príncipe heredero Dipendra. Las luchas civiles surgieron de nuevo en Katmandú, con la imposición del toque de queda para sofocar la violencia callejera.
El príncipe Gyanendra, hermano del monarca Birendra, subió al trono. El nuevo monarca, que intenta dotar a su gobierno de mayor transparencia, tiene que luchar contra un gran número de problemas, especialmente el alzamiento maoísta contra el gobierno, que ha acabado con más de 500 vidas desde su inicio en 1996. Numerosas conversaciones de paz y muchos intentos de alto el fuego han fracasado.
El accidentado camino de Nepal hacia la democracia avanzó cuando en 2002 (y de nuevo en 2003) Gyanendra abolió el consejo de ministros y creó su propio gabinete. El país ha sido testigo de más de una docena de gobiernos diferentes desde 1991, en 2003 el primer ministro Lokendra Bahadur dimitió incrementando el sentimiento de incertidumbre que afrontaba el país.

El último alto el fuego proclamado entre la guerrilla maoísta y el gobierno fracasó en agosto de 2003, provocando nuevos episodios de atentados en Kathmandu. Las esperanzas de paz y prosperidad que alberga la población de Nepal permanecen aletargadas mientras la violencia continua.

Un poco de la historia de Tibet

El Gobierno Tibetano en exilio, liderado por Su Santidad el Dalai Lama, Jefe de Estado y Líder Espiritual en exilio de Tíbet, ha sostenido permanentemente que Tíbet ha estado bajo ocupación ilegal desde que China invadió el estado independiente en 1940/50.  La República Popular China (RPC) insiste en que su relación con Tíbet es meramente un asunto interno, pues Tíbet es y ha sido parte integral de China durante siglos.  El tema de la situación de Tíbet es esencialmente legal, si bien, de inmediata relevancia política.

La RPC no reclama derechos soberanos sobre Tíbet como resultado de su dominación y ocupación militar sobre Tíbet después de su invasión armada en 1949/50.  En realidad, la RPC difícilmente podría hacer ese reclamo, pues rechaza categóricamente como ilegales los reclamos por soberanía presentados por otros estados basados en la conquista, ocupación o imposición de tratados desiguales.  En cambio, la RPC basa su reclamo sobre Tíbet meramente en la teoría de que éste fue parte integral de China hace 700 años.
Historia inicial:
Aunque la historia del estado tibetano comenzó en el año 127 a.C., con el establecimiento de la Dinastía Yarlung, el país, tal como sabemos, fue inicialmente unificado en el siglo 7 d.C., bajo la soberanía del Rey Songtsen Gampo y sus sucesores.  Tíbet fue una de las potencias más fuertes de Asia durante los siguientes tres siglos, tal como confirman una inscripción en un pilar al pie del Palacio Potala en Lhasa y las historias chinas de la era Tang.
Wikipedia
Tíbet y China llevaron a cabo un tratado de paz formal entre los años 821/823, el que demarcó las fronteras entre los dos países y aseguró que, “Los tibetanos han de ser felices en Tíbet y los chinos han de ser felices en China”.
Influencia mongol:
En el siglo 13, el imperio mongol de Genghis Khan se expandió hacia Europa en el oeste y China en el este, los líderes tibetanos de la poderosa escuela Sakya del Budismo Tibetano, llegó a un acuerdo con los gobernantes mongoles con el fin de evitar la conquita de Tíbet. Los lamas tibetanos prometieron bendiciones y enseñanzas religiosas a cambio de protección.  La relación religiosa se volvió tan importante que cuando, décadas después, Kublai Khan conquistó China y estableció la Dinastía Yuan (1279 – 1368), invitó al Lama Sakya a ser el preceptor imperial (sic) y supremo pontífice de su imperio.
La relación que se desarrolló y continúa existiendo en el siglo 20 entre los mongoles y tibetanos es un reflejo de la cercana afinidad racial, cultural y especialmente religiosa entre los dos pueblos del Asia Central.  El imperio mongol era un imperio mundial y cualquiera que fuese la relación entre sus gobernantes y los tibetanos, los mongoles nunca integraron la administración de Tíbet y China, o anexaron Tíbet a China de manera alguna.  Tíbet rompió los lazos políticos con el emperador Yuan en 1350, antes de que China reobtuviera su independencia de los mongoles.  Sólo hasta el siglo 18, Tíbet volvió a estar bajo cierta influencia extranjera.
Las relaciones con los pueblos de Manchuria, Gorkha y los vecinos británicos:
Tíbet desarrolló lazos con la Dinastía China Ming (1386 – 1644).  Por otra parte, el Dalai Lama quien estableció su gobierno soberano en Tíbet con la ayuda de un benefactor mongol en 1642, sí desarrolló vínculos religiosos cercanos con los emperadores de Manchuria, quienes conquistaron China y establecieron la Dinastía Qing (1644 – 1911).  El Dalai Lama estuvo de acuerdo con ser el guía espiritual del emperador manchu, y aceptó a cambio su protección.  Esta relación “sacerdote – benefactor” (conocida en tibetano como Choe-Yoen), la que el Dalai Lama también sostuvo con algunos príncipes mongoles y nobles tibetanos, fue el único vínculo formal que existió entre los tibetanos y los manchues durante la Dianstía Qing.  En sí, no afectó la independencia de Tíbet.
A nivel político, algunos poderosos emperadores manchúes tuvieron éxito en aplicar cierta influencia sobre Tíbet.  De esta manera, entre 1720 y 1792, los emperadores Kangxi, Yong Zhen y Qianglong enviaron tropas imperiales a Tíbet en cuatro ocasiones para proteger al Dalai Lama y el pueblo tibetano de las invasiones extranjeras de los mongoles y gorkhas, o de los disturbios internos.  Estas expediciones le proporcionaron al emperador medios para establecer su influencia en Tíbet.  Él envió representantes a la capital tibetana, Lhasa, y algunos ejercieron exitosamente su influencia en su nombre, sobre el Gobierno de Tíbet; particularmente en lo que respecta al manejo de las relaciones exteriores.  En la cumbre del poder manchú que duró por décadas, la situación no fue distinta a lo que puede existir entre una superpotencia y un estado satélite o protectorado y, por lo tanto, una que aunque polítcamente signficativa, no elimina la existencia independiente de un estado más débil.  Tíbet jamás fue incorporado al Imperio Manchú, mucho menos a China, y continuó manejando ampliamente sus relaciones con los estados vecinos por sí solo.
La influencia manchú no duró mucho tiempo; fue totalmente inefectiva cuando los británicos invadieron brevemente Lhasa y realizaron un tratado bilateral con Tíbet, el Acuerdo de Lhasa, en 1904.  A pesar de esta pérdida de influencia, el gobierno imperial en Beijing continuó reclamando alguna soberanía sobre Tíbet, particularmente con respecto a sus relaciones internacionales, autoridad que el gobierno imperial británico apodó  ”suzeranía” (protectorado) en sus tratos con Beijing y San Petersburgo, Ruisa.  Los ejércitos imperiales chinos intentaron reobtener influencia verdadera en 1910 al invadir el país y ocupar Lhasa.  Tras la revolución de 1911 en China y la derrota del imperio manchu, las tropas se rindieron al ejército tibetano y fueron repatriados según el acuerdo de paz sino-tibetano.
El Dalai Lama recuperó la total independencia de las tropas manchúes no está sujeta a mayor disputa.  Cualesquiera hayan sido los vínculos entre el Dalai Lama y los emperadores manchúes de la Dinastía Qing, estos concluyeron con la caída del imperio y la dinastía.  Desde 1911 a 1950, Tíbet evitó exitosamente la influencia extranjera indebida y se comportó en todo aspecto como un estado totalmente independiente.
Tíbet mantuvo relaciones diplomáticas con Nepal, Bután, Bretaña y luego con la India independiente.  Las relaciones con china se mantuvieron.
Los chinos tuvieron una guerra fronteriza con Tíbet mientras instaban formalmente a Tíbet a “unirse” a la República China, proclamando al mundo que Tíbet era una de las cinco razas de China.  En un esfuerzo por reducir las tensiones sino-tibetanas, los británicos convocaron una conferencia tripartita en Simla en 1913, donde los representantes de los tres estados se reunieron en igualdad de condiciones.  Mientras el delegado británico se mantuvo como la contraparte china, Tíbet entró a la conferencia como una “nación independiente sin reconocer ninguna lealtad hacia China”.  La conferencia no tuvo éxito, no resolvió las diferencias entre Tíbet y China.  Sin embargo, fue significativa para la reafirmación de la amistad anglo-tibetana, concluyendo con acuerdos bilaterales fronterizos y comerciales.  En una Declaración Conjunta, Gran Bretaña y Tíbet se unieron no para reconocer la suzeranía china u otros derechos especiales de Tíbet, a menos que China firmara el acuerdo de la Convención de Simla, que habría garantizado mayores fronteras de Tíbet, su integridad territorial y completa autonomía.  Sin embargo, China nunca firmó el acuerdo, dejando los términos de la Declaración Conjunta en plena vigencia.
Tíbet manejó sus relaciones internacionales tratando principalmente con las misiones diplomáticas de Inglaterra, China, Nepal y Bután en Lhasa, pero también mediante delegaciones gubernamentales que viajaban al exterior.  Cuando India se independizó, la misión británica en Lhasa fue reemplazada por una india.  Durante la Segunda Guerra Mundial, Tíbet permaneció neutral a pesar de la combinada presión por parte de Estados Unidos, Gran Bretaña y China para permitir el paso de materias primas por Tíbet.
Tíbet jamás mantuvo relaciones internacionales extensivas, pero aquellos países con los que sí lo hizo, trataban a Tíbet como lo harían con cualquier estado soberano.  Su nivel internacional no era distinto, digamos, al de Nepal.  Entonces, cuando Nepal postuló a la membrecía en las Naciones Unidas  en 1949, citó su tratado y relaciones diplomáticas con Tíbet para demostrar su completa personalidad internacional.
La invasión de Tíbet:
El momento decisivo en la historia de Tíbet surgió en 1949 cuando el Ejército de Liberación del Pueblo de la RPC cruzó por primera vez hacia Tíbet.  Tras derrotar al pequeño ejército tibetano y ocupar mitad del país, el Gobierno Chino impuso el llamado “Acuerdo de 17 puntos para la liberación pacífica de Tíbet” sobre el Gobierno Tibetano en 1951.  Puesto que fue firmado por coacción, el acuerdo careció de validéz bajo la ley internacional.  La presencia de 40.000 tropas en Tíbet, la amenaza de una ocupación inmediata de Lhasa, y la perspectiva de la aniquilación total del estado tibetano dejaron a los tibetanos muy poca opción.
En la medida que la resistencia abierta a la ocupación china aumentaba, particularmente en el este de Tíbet, la represión china, que incluyó la destrucción de edificios religiosos y el encarcelamiento de monjes y otros líderes de la comunidad, creció de manera dramática.  En 1959, los levantamientos populares culminaron en demsotraciones masivas en Lhasa.  En el momento en que China aplastó el levantamiento, 87.000 tibetanos fueron asesinados en solo la región de Lhasa y el Dalai Lama debió escapar hacia India.
En 1963 el Dalai Lama promulgó una constitución para un Tíbet democrático.  Esta ha sido implementada exitosamente por el Gobierno en exilio, en la medida posible.
Conclusión:
En el curso de la historia de 2000 años de Tibet, el país sólo llegó a un grado de influencia extranjera de breves períodos en los siglos 13 y 18.  En la actualidad, pocos países independientes pueden proclamar un registro tan notable.  Como remarcó el embajador de Irlanda en las Naciones Unidas durante los debates de la Asamblea General sobre el tema de Tíbet, “por miles de años o por un par de miles de años, de todos modos, (Tíbet) permaneció tan libre y con total control de sus propios asuntos, como cualquier nación en esta asamblea, y mil veces más libre para cuidar de sus propios asuntos que muchas naciones aquí presentes”.
Numerosos países hicieron declaraciones en el transcurso de los debates de las Naciones Unidas, los que reflejaban un reconocimiento similar de la situación independiente de Tíbet.  Así, por ejemplo, el delegado de Filipinas declaró, “Está claro que en vísperas de la invasión en 1950, Tíbet no estaba bajo el control de ningún país foráneo”.  El delegado de Tailandia le recordó a la Asamblea que la mayoría de los estados miembros, “rechazan el argumento de que Tíbet es parte de China”.  Los Estado Unidos se unió a la mayoría de los miembros de las Naciones Unidas al condenar la agresión china y la invasión de Tíbet.  En 1950, 1960 y 1961 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó resoluciones (1353 (XIV), 1723 (XVI) y 2079 (XX) condenando los abusos a los derechos humanos por parte de China en Tíbet y pidió a ese país que respete las libertades fundamentales del pueblo tibetano, incluyendo el derecho de auto-determinación.
Desde un punto de vista legal, Tíbet no ha perdido hasta hoy su calidad de estado.  Es un estado independiente bajo ocupación ilegal. Tanto la invasión militar china como la contínua ocupación por parte del Ejército de Liberación Popular no han transferido la soberanía de Tíbet a China.  Como indicado anteriormente, el Gobierno Chino no ha proclamado el haber adquirido soberanía sobre Tíbet mediante la conquista.  En realidad, China reconoce que el uso o amenaza de la fuerza (fuerza de las excepcionales circunstancias previstas en la Carta de las Naciones Unidas), la imposición de un tratado desigual y la contínua ocupación ilegal de un país, nunca podrán garantizar a un invasor el título legal del territorio.  Sus reclamos se basan meramente sobre la alegada sujeción de Tíbet a unos pocos de los gobernantes extranjeros más fuertes de China en los siglos 13 y 18.
¿Cómo puede China – uno de los más ardientes oponentes del imperialismo y colonialismo – defender su contínua presencia en Tíbet, en contra de los deseos del pueblo tibetano, citando el imperialismo mongol y manchú, y sus propias políticas coloniales como justificación?




Regiones del Tibet

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La provincia tradicional de Ü constituye el núcleo histórico, cultural y moderno del Tibet y, junto con Tsang, al oeste, forma el centro del poder del Tibet central. Los tibetanos ubican el nacimiento de su nación en los valles de Yarlung y Yarlung Tsangpo, concretamente en la cueva del Mono, encima de Tsetang. El cercano Yumbulagang está considerado el edificio más antiguo del Tibet. Siglos más tarde, Gurú Rinpoche meditó en las cuevas Sheldak y Chimphu, y combatió a los demonios a orillas del cercano Yarlung Tsangpo, antes de fundar el primer monasterio del Tibet en la vecina Samye.
El Nam-tso, un inmenso lago turquesa de agua salada, es con diferencia el paraje natural más popular de la región. El espectacular paisaje desértico del Yarlung Tsangpo, el río más importante del Tibet, destaca por su naturaleza surrealista, y el misterioso lago Lhamo La-tso, al sudeste de la capital, es el único lugar cuyo acceso constituye un verdadero desafío.
Para quienes deseen explorar el Tibet por su cuenta, hay infinidad de posibilidades. Los valles del Yarlung Tsangpo están jalonados de monasterios a los que no suelen llegar los extranjeros; el de Reting es uno de los más serenos de Tibet. Los viajeros que no disponen de mucho tiempo han descubierto un destino excepcional en el monasterio de Drigung Til y las fuentes termales de la cercana Tidrum. Se recomienda recorrer Ü a pie, ya sea con excursiones de un día a los monasterios vecinos o con las clásicas rutas de varios días de Ganden a Samye, o de Tsurphu a Yangpachen. Esta zona es perfecta para aparcar el todoterreno, apuntarse al autoestop y explorarla.

Lhasa, la remota morada de los dalái lamas, objeto de peregrinación devota, corazón y alma del Tibet, sigue siendo una ciudad asombrosa, pese a las incursiones abusivas de la influencia china moderna. El distintivo de la ciudad es el Potala, una amplia fortaleza ocre y blanca que se yergue sobre una de las ciudades más increíbles del mundo. Este lugar lleva anunciando a los viajeros las maravillas de la ciudad sagrada desde hace casi cuatro siglos.
Mientras el Potala domina el horizonte, el Jokhang, unos 2 km al este, es el auténtico corazón espiritual de la ciudad. Mezcla mística de lámparas de mantequilla, incienso y peregrinos postrados, el Jokhang es el templo más sagrado y vivo del Tibet. Allí y en el circuito de peregrinación de Barkhor es donde casi todos los visitantes se enamoran del país.
En la actualidad el barrio antiguo tibetano ocupa tan sólo una pequeña porción de Lhasa. La urbe moderna es una ciudad china en auge, con una nueva linea ferroviaria que ha estimulado el aumento masivo del turismo, además de nuevos hoteles, tiendas y supermercados.
Lhasa es un híbrido cultural fantástico, cuya diversidad étnica bulle en sus calles. Puerta de entrada al "autentico" Tibet.

Om
Casí todos los principales puntos de interés de la provincia tradicional de Tsang están relativamente cerca de Lhasa y a poca distancia de la carretera de la Amistad, por lo que atraen a auténticas multitudes. Aún así, no hay que perdérselos. Después de todo, en esta región se encuentran el Everest, el Gyantse Kumbum (la joya arquitectónica más espectacular del Tibet) y muchos de los monasterios más importantes del país, entre ellos el de Sakya, sede del primer gobierno tibetano regido por un lama, y el de Tashilhunpo, sede y centro funerario de los panchen lamas.
Resulta bastante fácil desviarse de la ruta turística, aunque si se viaja en un circuito habrá que organizarlo previamente. Los monasterios de Phuntsoling y Shalu son dos alternativas que merecen la pena, ambos poseen un ambiente maravilloso y constituyen lugares muy importantes dentro de la historia tibetana.
Tsang posee también paisajes espectaculares. Es la tierra del Everest, pero también alberga las aguas turquesas del Yamdrok-tso, los serpenteantes valles del Yarlung tsangpo, amplías praderas con pueblos encalados y magníficas vistas desde puertos que alcanzan altitudes de hasta 5100mt. Loas más aventureros pueden recorrer con calma la carretera de la amistad en bicicleta o practicar el trekking: la ruta más popular de Tsang es la que va desde el campo base del everest hasta Tingri, aunque hay muchas otras.
Después de Shegar y del desvío del monte everest, los puntos de interés escasean. Aunque la mayoría de los viajeros se dirigen a Katmandú, una ruta circular desde Lhasa permite ver más en poco tiempo. Una semana es el mínimo necesario, pero con tres semanas se tendrá tiempo para realizar excursiones de un día a monasterios poco visitados, disfrutar de excursiones más largas y repetir visitas a los mayores complejos monásticos.

Inmensa, apenas poblada y con una altitud media de más de 4500 mt, Ngari (Tibet Occidental)es una zona fronteriza situada en uno de los rincones más remotos de Asia. Su atractivo principal es una excursión de unos tres días a un monte y a un lago, los sagrados Kailash y Manasarovar, dos de los destinos más aislados y legendarios del mundo.
La cordillera del Himalaya al sur y los enormes lagos salados de la meseta de Chagtang alnorte dominan el paisaje de Ngari. Entre ambos la estepa amarilla, páramos polvorientos, desiertos arenosos y cordilleras transhimalayas ricas en minerales de tintes violetas, almagres y verdes. Aunque el significado espiritual del monte Kailash no interese a todo el mundo, el hecho de ir au no de los rincones más aislados y bellos del planeta es un atractivo en sí.
El viaje resulta pesado y hasta hace poco no había muchos viajeros occidentales en la zona. Incluso en la actualidad son pocos los que escogen la ruta norte, más apartada, o visitan las místicas ruinas delantiguo reino de Guge, en Tsaparang. Los más intrépidos, que son pocos llegan a monasterios recóndito, valles escondidos y yacimientos arqueológicos aislados.
Desplazarse a Ngari sigue siendo difícil e incómodo, pero la mejora de las carreteras y las líneas telefónicas, además de la cobertura para móviles, la han hecho más accesible. Hay un servicio de autobuses entre Lhasa y Ali, una red de transporte público modesta pero en desarrollo y un aeropuerto. 

La región oriental del Tibet, llamada Kham, cuenta con un clima, geografiía, fauna y flora particulares que le otorgan un ambiente único y casi mágico. Los pueblos de piedra recuerdan a los de la vecina Bután, los chörtens parecen sacados de Mustang y el paisaje arbolado es más propio de los alpes suizos que de la meseta tibetana. La provincia de Kham abarca el este de la Región Autónoma del Tibet, Sichaun occidental y el noroeste de Yunnan. 
La región alberga desde la exuberante selva subtropical y los furiosos ríos de las regiones fronterizas en el sur, hasta la árida meseta y las magníficas gargantas del este, donde las cabeceras de algunos de los mayores ríos asiáticos descienden de la meseta tibetana. Los picos glaciales del Namche Barwa  y las gargantas del Yarlung Tsangpe constituyen unos de los últimos rincones secretos de Asia.
Gran parte del encanto de Kham reside en su gente. Los vaqueros Khampas, vestidos con mantos de piel de borrego y trenzas, cruzan las carreteras de la región en sus motocicletas y sus yaks forman parte del paisaje. Existen dos rutas principales para cruzar la región. La carretera meridional, más concurrida y de gran importancia estratégica, alberga los mejores paisajes alpinos. La ruta septentrionalsin asfaltar discurre a mayor altura y es una especie de montaña rusa que pasa por templos antiguos, remotos monasterios bön y comunidades ganaderas.

fuente: Lonely Planet


Lukla - Phakding (2652 mt)

Para nosotros, hoy el día ha comenzado muy temprano, ya que nos hemos tenido que levantar a las 5 de la mañana, todo un madrugón, ya que tenemos que tener en cuenta que ayer también nos tuvimos que levantar a la misma hora y estuvimos 27 horas de viaje, hasta llegar a Nepal. Así que hemos comenzado nuestras vacaciones con sueño.

Hoy comenzamos nuestra ruta hacía el campo base del Everest. Todo el mundo ha oído hablar de la montaña más alta del mundo y, por tanto, la ruta al campo base del Everest es muy popular. Goza de una serie de atractivos poderosos, entre ellos, poder decir que has estado en la base del Everest, todo un logro por si solo. El trekking nos conducirá al elevado corazón del Himalaya. La ruta nos llevará 12 días, entre el ascenso y el descenso. 8 para subir y 4 para bajar. La ruta alcanzará su punto más elevado en Kala Pattar (5550 mt), un pico que ofrece vistas del Everest y la pared de hielo del Khumbu. Desde este pico también podremos disfrutar de las vistas de picos como el Ama Dablam, Pumori y Nuptse

Lo primero que tenemos que hacer hoy es coger el vuelo que nos llevará hasta Lukla, uno de los aeropuertos más peligrosos del mundo por su complejidad para el aterrizaje, ya que se encuentra situado en el mismo corazón de las montañas. Prueba de lo peligroso que es este aeropuerto es que el nuestro ha sido el único avión que ha aterrizado hoy aquí, debido a la climatología. Está totalmente cerrado el día y ha comenzado a llover con fuerza.

Lo primero que hemos tenido que hacer al aterrizar ha sido contactar con el que será nuestro porteador los próximos 12 días de trekking. Ghopal Rajan Magar un muchacho de 21 años, pequeño y delgado ha venido a nuestro encuentro. Los porteadores nepalíes son gente increíblemente fuertes, pero a mi me da que este pobre muchacho se va a romper la espalda con nuestras dos mochilas, ¡pero si es un tirillas!

Tras dejar las mochilas a cargo de Ghopal, hemos ido a desayunar. Preveemos un día largo y para afrontarlo con garantías, nada mejor que un buen desayuno. Yo fiel a mis gusto, me voy a decantar por una especialidad de la gastronomía nepalí, un A´la everest. Una contundente tortilla de patatas, cebolla, ajo, queso y vegetales, que ha juzgar por el tamaño de la misma han tenido que usar 4 huevos para cocinarla. Nerea ha sido más moderada y se ha conformado con un pan tibetano acompañado de mermelada y miel, muy poco a mi juicio.

Hoy en teoría deberíamos haber tenido una jornada sencilla, pero la climatología nos la ha estropeado de tal modo que se ha convertido en una dura jornada. Durante todo el día nos han acompañado las lluvias. Ha ratos llovía, ha ratos diluviaba.
Pero la dificultad del camino no solo a venido por las lluvias, ya que hemos tenido que dar un rodeo por el monte, y salirnos del camino, porque el puente que debíamos atravesar, se lo ha llevado las lluvias durante el monzón. Toda una odisea.

Hoy prácticamente todo el camino es cuesta abajo hacia los refugios de Cheplung, desde donde la ruta transcurre junto al valle de Dudh Kosi antes de ascender a Ghat y desde allí un nuevo ascenso hasta Phakding. 

Sobre las 14 horas hemos llegado al alojamiento, empapados y de barro hasta las orejas, menos mal que nos espera una reparadora ducha con agua caliente. Aunque no sé trataba de una ducha como tal, sino de un barreño de agua, previamente calentada en el fuego, pero que nos ha sabido a gloria. Curioso.

Después de comer, bien y mucho, (creo que voy a ser el único trekker que engorde) y después de estar charlando en el comedor con Shishir y un primo suyo, también guía de montaña, nos hemos ido a echar una siestecilla, para recuperar un poco, en los tres últimos días apenas hemos dormido.

Después de una hora y media de reparadora siesta hemos decidido dar una vuelta por Phakding, un pequeño pueblo con poco interés, pero con muchísima vida. Tanto que hemos encontrado un Reggae Bar en donde nos hemos tomado unas cervezas y hemos estado jugando al billar, junto a Shishir y Ghopal. Es extraño, estar en Nepal a 2652 mt y estar escuchando en un bar a Bob Marley, led zeppelin y Metallica.

Yo he jugado de pareja con Shishir, y Nerea con Ghopal. Por supuesto hemos ganado nosotros, y eso que Ghopal nos lo ha puesto muy difícil, es un gran jugador. Ha sido muy divertido. Incluso hemos creado espectacion, se han congregado una docena de persona para vernos jugar. No sé si ha sido por lo bien que lo hemos hecho o porque eramos los únicos no nepalíes del bar, pero lo cierto es que estaban alucinando con nosotros.

Después de este buen rato, nos hemos ido a cenar, y nuevamente me he puesto morado de cenar. No me puedo resistir a la comida nepalí, es increíblemente sabrosa.
A la hora de irnos a la cama todavía estaba lloviendo, espero que mañana la lluvia nos de una pequeña tregua, tenemos 6 horas de caminata y se puede hacer muy dura la jornada. Mañana comienza a ponerse la cosa sería, ya que alcanzaremos los 3400 mt de altitud.



fuente wikiloc

Actividad: senderismo
cerca de  Lukla (Nepal)
Distancia recorrida: 9,74 kilómetros
Altitud min: 2.549 metros, max: 2.849 metros
Desnivel acum. subiendo: 324 metros, bajando: 716 metros
Grado de dificultad: skill Fácil









Phakding - Namche Bazaar ( 3440mt)

Aún hoy, no se explica la gente de estas montañas que está pasando con la climatología.. Lo habitual es que en esta época del año no llueva, y en cambio no ha dejado de llover. Si ayer estuvo todo el día lloviendo, la noche no ha sido mejor. No ha dejado de llover ni un solo minuto. Pero el dormir poco y apenas no poder descansar no ha sido lo peor de esta jornada, eso aún estaba por llegar.

Durante el trekking la lluvia ha sido intermitente. A veces llovía y ha veces diluviaba, vamos que ha sido toda una agonía de tiempo, que acompañado al viento que ha soplado en una gran parte del día, han hecho del día una tortura. En sí el recorrido no ofrecía mayor dificultad, salvo las dos últimas horas, pero gracias a la climatología, lo han hecho muy duro. Hemos estado las 6 horas que ha durado la caminata bajo la lluvia.


Hoy nuestro camino atraviesa el río por un largo y bamboleante puente para subir, siguiendo la orilla, a Benkar. A poca distancia, el sendero cruza a la orilla occidental del Dudh Kosi por un puente colgante y asciende a chumoa. Tras una corta subida entre bosques se llega a Monjo. Aquí está el puesto de control de entrada al parque nacional de Sagarmatha ( सगरमाथा) donde hay que mostrar la entrada y registrar la tarjeta TIMS. Luego hay que bajar y cruzar el Dudh Kosi. Desde el otro lado, hay poca distancia hasta Jorsale, la última población que nos encontraremos antes de llegar a Namche Bazaar. Luego el sendero cruza nuevamente a la orilla este del río antes de ascender al alto puente colgante sobre el Dudh Kosi.

Desde aquí, la subida de 2 horas a Namche Bazaar es constante y dura. Este es el primer ascenso que haremos a una altitud donde pueden manifestarse algún síntoma del mal de altura, así que nos lo tomamos con calma.

Durante todo el día el paisaje ha sido espectacular, con grandes cumbres nevadas. Una maravilla que apenas hemos podido disfrutar dada la climatología y de la que no tenemos ningún documento gráfico. A ver quien era el valiente que se atrevía a sacar la cámara de fotos.
Ha estado lloviendo tanto, que los ríos venían muy crecidos, y en algunos sitios incluso se han desbordado, con lo que hemos tenido que estar sorteando pequeños riachuelos durante parte de nuestro trayecto. Bueno, la verdad que algunos los hemos sorteado, y algunas han tenido menos suerte, y han metido media pierna en uno de los riachuelos al intentar cruzarlo. Mojarse más de lo que ya estábamos era imposible, ¡pero, dios que frío!
Namche Bazaar

Pese a que ha sido duro, finalmente hemos llegado a Namche Bazaar (नाम्चे बजार), donde estaremos todo lo que queda de día y el día de mañana entero, para irnos aclimatando. Namche Bazaar es el pueblo más grande de la región Khumbu. Este pueblo es un importante lugar de descanso para los montañeros, por lo que dispone de un gran número de servicios, para los extranjeros.
Hemos llegado tan cansados y con tanto frío, que después de darnos una buena ducha caliente, nos hemos tomado una buena sopa hirviendo para entrar en calor y recuperar algo de fuerzas. Como dice nuestro amigo Lele, el tiempo hoy ha estado brutisimo.

La tarde no ha mejorado en absoluto, ha estado lloviendo sin parar, y a la humedad que hay tenemos que añadir el frío que hace, así que hemos decidido quedarnos toda la tarde en el salón del alojamiento jugando un rato al ajedrez con Shishir (Es imposible ganar al ajedrez a Shishir, da igual lo que haga, siempre pierdo.) y charlando con unos holandeses con los que estamos coincidiendo desde el primer día en Katmandú y que están haciendo un trekking parecido al nuestro, con el primo de Shishir como guía, y también con unos canadienses que llevan aquí ya dos días. Al menos la tarde me ha servido para practicar mi inglés, que falta me hace.

Para olvidarnos de las penas, Shishir nos ha invitado a su primo, a los holandeses y a nosotros a tomar ron nepalí. Lo hemos tomado mezclado con agua caliente, como lo toman ellos. El ron nepalí no pasará a la historia por su calidad, pero a 3440 mt, y con el frío que hace, os aseguro que es un gran reconstituyente y a mi me ha sabido a gloria. Me apunto la marca para comprar en Katmandú y llevar a casa.

Al parecer, mañana también va a estar lloviendo todo el día, pero a partir de pasado mañana parece que el tiempo va a mejorar, o al menos eso es lo que nos indican las previsiones, esperemos que estén en lo cierto.

No sé que pasará realmente mañana, pero yo de momento voy  a cenar un típico Dal Bhaty ya veremos que pasa mañana, ahora solo me preocupa como secar la ropa y las botas.




fuente Wikiloc

Actividad: senderismo
cerca de  Nāmche Bāzār (Nepal)
Distancia recorrida: 4,34 kilómetros
Altitud min: 2.816 metros, max: 3.456 metros
Desnivel acum. subiendo: 774 metros, bajando: 194 metros
Grado de dificultad: skill Moderado

Namche Bazaar - Día de aclimatación

Namche Bazaar
Hoy nos hemos tomado el día con mucha tranquilidad, ya que se trata de aclimatar el cuerpo a la altitud. Tenemos que recordar que la mayoría de las víctimas del mal de altura suelen ser las personas más sanas y en forma que imprudentemente se exceden. Y nosotros no hemos venido hasta aquí para que nos dé un "perrenke". 
Como decía, nos hemos tomado el día con mucha tranquilidad, es por ello que nos hemos levantado tarde, a las 10 de la mañana nos ha sonado el despertador. Hacía días que no dormíamos tanto. 

Por fin hoy no llueve, ya era hora de ver el cielo. Y gracias a Shishir y Ghopal teníamos la ropa tendida al sol, así que prácticamente la teníamos seca, salvo las botas, que están empapadas, menos mal que llevan gore tex, de lo contrario no sé que habría sucedido.

Hoy la idea es visitar con tranquilidad Namche Bazaar y hacer una pequeña caminata nada exigente. Namche Bazaar es el principal centro comercial y administrativo de toda la región de Solu Khumbu, por lo que cuenta con tiendas, restaurantes, panaderías, farmacias, hoteles, un centro de masajes, correos, oficinas de cambio de divisas, banco, cajero automático e incluso cibercafés. 

Durante nuestro paseo hemos visitado el centro de visitantes del parque nacional de sagarmatha, y el templo budista, que nos ha enseñado el monje que  está encargado de su cuidado.  Después hemos estado bagando por las calles de Namche, llenas de vida y de extranjeros. Hemos aprovechado para hacernos con unas cuantas hojas de periódico para intentar secar las botas.

La mañana no ha dado para mucho más, además se ha puesto de nuevo a llover, así que hemos decidido ir al alojamiento. Sin darnos cuenta nos han dado las 15.30 así que un buen plato de spaghettis con carne y unos noodles fritos con huevo nos han servido de comida. Esta será la última vez que pueda probar la carne, ya que en las montañas es casi imposible encontrar un sitio donde comerla.

Después de comer hemos estado charlando un rato con los holandeses y jugando al ajedrez con Shishir, que de nuevo me ha vuelto a ganar. 
A media tarde, hemos aprovechado que ha dejado de llover para, para dar una vuelta por el pueblo e intentar hacernos con algo más de periódico, pero ha sido imposible. También hemos aprovechado para enviar algún mail a casa para informar de nuestras aventuras, para ello hemos entrado en una librería muy interesante, donde el dueño, un joven nepalí estaba pinchando música. Solamente escuchaba rock internacional. Nos ha puesto desde ZZ Top hasta Queen, y nos ha dado una interesante charla de guitarra.

De nuevo se ha puesto a llover, ¡es que no para! así que nos hemos ido al alojamiento, donde hemos coincidido con un par de Yankees. Uno de ellos hablaba castellanos, así que hemos estado charlando con ellos un buen rato.
Más tarde, una sopa de ajo bien caliente y un par de huevos fritos con un kilo de patatas, le han dado vidilla a mi estómago, Nerea a pasado de la sopa y solamente ha comido los huevos con las patatas.

Ha sido divertida la sobremesa. Después de la cena, hemos estado ayudando a Shishir a mejorar su castellano, es increíble cuanto ha aprendido en un solo año. Se ha traído a las montañas sus libros de estudio para repasar, y yo peleándome por hacer sitio en la mochila para traer la libreta para escribir este blog.

La jornada de mañana parece ser que será dura, 6 horas de caminata, solo espero que no llueva y sean ciertas las predicciones de buen tiempo.